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Evita estos errores frecuentes a la hora de Emprender

¿Tienes una gran idea y todas las ganas para emprender tu propio negocio? ¡Genial, porque las vas a necesitar!

Esto es sólo la punta del iceberg, una parte importante que debes tener en cuenta a la hora de emprender, pero no lo es todo.

Pero no te preocupes, aquí te ayudaremos con una serie de consejos y estrategias comprobadas que te guiarán en este camino para que logres sacar adelante tu proyecto de la mejor forma posible y cuanto antes.

¡QUIERO EMPEZAR AHORA!

Si bien es clave que sepas por dónde empezar y cuentes con toda la motivación para hacerlo, puede que en el camino, si no lo planeas bien, te encuentres con una serie de obstáculos que te dificulten un poco más la consecución de eso que esperas cumplir con tu negocio soñado.

Por esa razón es vital que no te olvides de la importancia de contar con unos objetivos claros, un plan de acción y unas actividades definidas, entre otras cosas que te iremos contando; estos juntos te conducirán al éxito y te permitirán trazar un camino más claro al cual dirigirte con seguridad y enfoque.

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Claro, cometer errores hace parte del proceso de aprendizaje y seguramente te ayudará a mejorar tu estrategia y a abrirte a nuevos puntos de vista y posibilidades, pero si puedes evitar algunos errores comunes desde el inicio seguramente tu camino hacia la consecución de tus objetivos será mucho más llevadero y sin tantos tropiezos que finalmente te ahorrará tiempo y te permitirá ser más eficiente.

En este artículo vas a descubrir cómo, con 10 sencillos consejos, podrás pulir la estrategia de tu emprendimiento para acercarte cada vez más a esa idea que siempre has soñado.

Seguramente pensarás que algunos de ellos son obvios y ya los tienes cubiertos, pero créenos, suelen ser el punto de quiebre de más de un emprendedor.

Así que abre tu mente, aterriza todos estos consejos a tu propia idea de negocio y asegúrate de hacer lo mejor posible con cada uno de ellos.

Te aseguramos que serán de gran ayuda durante todo tu proceso de emprendimiento, no sólo para ti sino también para todo tu equipo, por lo que es importante que los compartas y hagas visible también con ellos.


 

Aquí un vistazo rápido de los 10 errores que los emprendedores cometen con más frecuencia a la hora de emprender:

  1. Esperar por el momento “perfecto”
  2. No planificar
  3. No tener claros los objetivos
  4. Enamorarte demasiado de la idea
  5. No ser realista
  6. Saltarse la investigación de mercados
  7. No tomar riesgos
  8. Incapacidad para afrontar el cambio
  9.  Pensar que lo puedes hacer todo tú mismo
  10.  Gastar más de la cuenta

Ahora veremos más en detalle en qué consiste cada uno de estos errores y cómo puedes evitarlos para hacer de tu proceso de emprendimiento uno realmente amigable, eficaz y exitoso.

1. Esperar por el momento “perfecto”

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Claro, todos queremos las condiciones ideales para llevar a cabo nuestros proyectos; pero a veces, en esa búsqueda del “momento perfecto” nos quedamos estancados y perdemos muchas oportunidades. No dejes que esto te pase a ti.

Si tienes la idea y cuentas con la motivación, no esperes más y pon manos a la obra. Seguramente en el camino podrás ir adaptándote, descubriendo nuevas oportunidades, nuevos obstáculos y nuevas formas de hacer las cosas, pero nunca lo sabrás si no empiezas.

Entonces deja el miedo, el momento perfecto no existe, el momento perfecto lo creas tú si dejas que te guíen la pasión, la organización, la disciplina y una buena planeación para cumplir tus objetivos.

2. No planificar

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Seguramente pensarás que esto puede ser un poco contradictorio con el punto anterior, pero no está nada más alejado de la realidad.

Emprender implica una mezcla de ingredientes diferentes pero que en la práctica se complementan entre sí y logran el resultado perfecto: la pasión, la disciplina, la emoción, la capacidad de planificación, la motivación, la organización… 

Así que no puedes dejar de lado un buen proceso de planeación donde definas y establezcas lo que quieres lograr, los pasos y las actividades que deberás llevar a cabo para alcanzarlo.

Esto te ayudará a facilitar el proceso de toma de decisiones a lo largo de tu trayecto, a caminar con un rumbo definido y a adaptarte a las diferentes situaciones que surjan de la mejor manera posible.

No lo olvides, es indispensable que tu plan de negocios incluya:

  • Organización de la compañía
  • Descripción de tu producto / servicio
  • Análisis del mercado
  • Estrategia de ventas
  • Fuentes de financiación
  • Proyecciones de ventas

Todo esto definido en un período de tiempo y con unas acciones concretas a implementar para lograrlo.

3. No tener claros los objetivos

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Tus objetivos deberían estar definidos en la planeación estratégica de tu negocio. Pero queremos reiterar la importancia de que los tengas claros desde el inicio del proceso, porque estos determinarán el rumbo de tu compañía y guiarán las acciones de todos los involucrados. 

Para definir tus objetivos deberías preguntarte: ¿qué quiero lograr?, ¿porqué es importante que lo logre?, ¿cuándo lo quiero lograr?, ¿cómo lo quiero lograr?, ¿realmente lo puedo lograr?.

Una vez tengas las respuestas a estas preguntas, probablemente resultarás con objetivos SMART:

  • Específicos
  • Medibles
  • Alcanzables
  • Relevantes
  • Oportunos

Quiere decir que deben planificarse bajo períodos de tiempo, deben ser claros y realistas, imponer retos y sobre todo, deben ir alineados con la misión de la compañía. 

Recuerda que también deben ser conocidos por todos los empleados o involucrados en el negocio, de forma que todos estén alineados en cuanto a las expectativas de su trabajo y les permita trabajar por alcanzar esa meta común. 

4. Enamorarte demasiado de la idea

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Para triunfar en un emprendimiento necesitas pasión, pero no permitas que ella te nuble el juicio y te vuelva obstinado.

Debes tener en cuenta que probablemente en el camino surgirán diversos imprevistos y obstáculos que te obligarán a cambiar un poco tus planes e ideas, y es necesario que seas flexible, aprendas a ceder un poco y a reconocer las fallas para que les des forma nuevamente a tus acciones. 

Si te empeñas en buscar la perfección, si decides no ver las fallas e insistes en hacer algo que no es tan conveniente, probablemente no conseguirás los resultados que esperes y sí retrasarás más conseguir los objetivos que tengas en mente. 

Así que prepárate para las sorpresas, mantén siempre la mente abierta y dale la bienvenida a nuevas perspectivas y puntos de vista.

5. No ser realista

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Todos queremos conseguir los mejores resultados y que nuestros proyectos vuelen tan alto como sea posible.

Pero detente a pensar, ¿realmente es posible alcanzar eso que te estás proponiendo? ¿Cuentas con el tiempo, los recursos, las posibilidades y los canales apropiados para hacerlo real?

Si tienes la certeza de que así es, ¡adelante!. Si no, no tengas miedo de retroceder un poco y replantearte los objetivos que tenías en mente. 

Más vale dar unos pasos atrás para continuar con más certeza, que dirigirte sin foco hacia algo que sabes que ni podrás alcanzar.

Por eso debes aterrizar tus expectativas a la realidad del negocio, del mercado, de tus posibilidades y recursos, de manera que todos estén alineados y puedas trazar planes de acción realistas que te guíen efectivamente hacia los resultados que esperas.

6. Saltarse la investigación de mercados

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Si llevas un tiempo trabajando en tu emprendimiento, seguramente tendrás una idea del mercado al que te dirigirás con tu producto o servicio.

Pero no te quedes sólo con esto, la investigación de mercados es un paso crucial en el desarrollo de la estrategia de tu negocio, pues te dará toda la información que necesitas sobre tu mercado, la competencia, los clientes y los productos o servicios que tú también ofrecerás.

No asumas que lo sabes todo, recoger información de diferentes fuentes te dará una visión integral del mercado y con seguridad te abrirá a nuevas perspectivas, nuevas formas de atender el mercado, de llegar a tus clientes, de enfocar tus acciones y de direccionarte para alcanzar a las personas correctas, en el momento correcto, con los recursos correctos y de la forma correcta.

7. No tomar riesgos

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Así como el miedo de iniciar, probablemente en el camino de emprendimiento muchas veces te encuentres en tu zona de confort, sientas que las cosas van funcionando bien y no te atrevas a hacer algo diferente también por miedo a que no salga como te lo esperas. 

Esta perspectiva puede privarte de muchas oportunidades, y definitivamente no vale la pena que te pierdas de ellas por causa del miedo.

Claro que debes tener en cuenta todos los escenarios posibles a la hora de tomar una decisión, tratar de minimizar el riesgo lo más que puedas y hacer movimientos inteligentes, pero al final de cuentas debes atreverte pues si no lo intentas nunca sabrás si podría funcionar o no.

Actúa con determinación, confianza y cautela, si todo resulta bien será un éxito, si no, será un aprendizaje más que te ayudará a afinar tu proceso de toma de decisiones en el futuro.

8. Incapacidad para afrontar el cambio

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El cambio genera incertidumbre, nos hace sentir que perdemos el control y esto genera miedo.

Sin embargo no tiene porqué ser así. Si vemos el cambio como un obstáculo nos estancaremos, pero si lo recibimos y aprovechamos será un reto y aprendizaje que nos ayudará a seguir creciendo.

Ten presente que todo cambia constantemente, lo que planeaste inicialmente dependía de unas condiciones momentáneas que en cualquier momento pueden variar, y eso no puede paralizarte. 

Evitar los cambios es imposible, ser conscientes de las situaciones y buscar soluciones es la mejor forma de afrontarlos, pues sólo de esta forma lograrás descubrir y disfrutar todo lo pueden traer a tu negocio: nuevas ideas, nuevas soluciones, diferentes caminos para llegar a tus resultados, fomentar la innovación, lograr mayor eficiencia y productividad en tus procesos, entre otros.

Entonces atrévete a recibir los cambios, a disponer la mejor actitud ante ellos y a sacar los mejores resultados a través de ellos.

9. Pensar que puedes hacerlo todo tú mismo

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Nunca está de más abrirte a nuevas ideas, y seguro te vendrá bien la ayuda de fuentes adicionales para realizar las acciones que necesitas desarrollar para llevar a cabo tus propósitos.

Muchas ocasiones tendemos a pensar que podemos dejar todo en nuestras manos y que teniendo todo el control será posible que todo lo que nos imaginamos se haga realidad.

Pero no es siempre así. Aprender a delegar es un rasgo sumamente valioso del emprendimiento.

Crear el equipo adecuado y repartir las responsabilidades entre ellos te ayudará a trabajar con mayor eficiencia y efectividad, mientras te liberará del estrés y te dará más tiempo para que sigas pensando estratégicamente en tu negocio.

No está mal necesitar ayuda y no está mal apoyarte en los demás. Al contrario, involucrar a otras personas en tu proyecto puede traerte beneficios enormes, refrescar tu negocio, ayudarte a conseguir tus objetivos con mayor rapidez, permitir que fluyan nuevas ideas, construir un equipo sólido y valioso para tu compañía y multiplicar esfuerzos en búsqueda de la consecución de los logros.

 10. Gastar más de la cuenta

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En el entusiasmo por empezar su nuevo negocio, muchos emprendedores suelen gastar su capital muy temprano. La falta de experiencia y la emoción del momento suelen ser la mezcla perfecta que dificulte la capacidad de establecer límites en los gastos y buenas prácticas de manejo de presupuestos.

Si tu negocio ha empezado a generar ganancias, toma precauciones cada vez que pienses en hacer un nuevo gasto. Ten paciencia y espera al momento en que tu negocio esté en otro nivel antes de hacer inversiones importantes. 

Antes de gastar piensa, ¿realmente mi negocio necesita esto ahora mismo para crecer?, ¿puede esperar?, ¿puedo permitirme este gasto sin afectar el desempeño de mi operación?. Si tienes dudas en alguna de estas preguntas, lo mejor es que des un paso atrás y replantees tu decisión.

Tener un presupuesto de gastos mensual te ayudará a tener claras las prioridades de inversión de tu negocio y evitará que te gastes tus ganancias antes de tiempo.

Además, no olvides pagarte tu salario. Debes contar con esta seguridad y establecer una meta de ahorros que te permita más adelante hacer mayores inversiones para hacer crecer tu negocio.


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Como ves, en tu rol de emprendedor deberás enfrentar diferentes retos de diversas magnitudes a lo largo de tu trayectoria. Muchos te ayudarán a impulsarte para seguir adelante mientras otros tal vez te hagan detenerte un poco en el tiempo y cambiar tus planes.

Pero lo importante es que estés preparado para afrontarlos con la mejor actitud, que los veas como oportunidades para trascender y sepas aprender también de los fracasos. Todas estas experiencias enriquecerán tu percepción del negocio y te abrirán las puertas a nuevas oportunidades de crecimiento. 

Así que trata de aprender de los errores que los demás han cometido en vez de repetirlos. Y si algo falla en el camino, no te culpes, tómalo como aprendizaje y sigue adelante, la resiliencia y creer en tu negocio te acercarán a alcanzar todo lo que te propongas.

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